CONSIDERACIONES BÁSICAS PARA NO EQUIVOCARSE


13/09/2010 a las 09:43

Existen varios aspectos a tener en cuenta antes de elegir un color:

Espacio: Los tonos claros nos darán mayor sensación de amplitud en las habitaciones pequeñas, sobre todo los azules, los verdes y, por supuesto, el blanco. El amarillo también es una buena opción para los espacios pequeños, por eso se recomienda especialmente en pasillos, vestíbulos, entradas y escaleras.

Temperatura: Que un color transmita sensación de frío o calor, no es, en absoluto, algo subjetivo. Se ha comprobado que algunos colores elevan o reducen la temperatura de una habitación por la absorción de los rayos de luz. El ejemplo más extremo son el blanco y el negro. Por eso es importante la orientación de cada habitación, bien  sea al norte o al sur. Si es fría se debe pintar con tonos cálidos (rojos, ocres, naranjas o amarillos). Si, por el contrario es una habitación muy calurosa y vives en una zona donde no hace mucho frío, puedes pintarla con tonos fríos como el azul, el gris o incluso el blanco.

Luz y Orientación:Lo que va a marcar la línea de color fundamentalmente es la orientación y luminosidad de la estancia, además del uso. Si es un salón con orientación norte y poca luz, no deberías elegir colores oscuros y fríos. Si por el contrario tiene orientación sur y es una estancia muy luminosa, puedes atreverte con un azul medio. La falta o exceso de luz en un espacio se pueden corregir con el color de la pintura. Los tonos claros y los pastel dan mayor luminosidad a las habitaciones oscuras. La explicación científica es que los colores que contienen más blanco reflejan mucho más los rayos de la luz y en cambio los colores oscuros lo que hacen es absorber la luz natural. La influencia de la luz está sujeta, además, a la influencia del brillo. Por eso es tan importante saber escoger el tipo de pintura que nos interesa: mate, satinada o brillante, según sean los resultados que queremos obtener. No es lo mismo que la iluminación sea natural o artificial, y en el caso de ésta última variarán los colores según la clase de foco que los ilumine.

Altura:Para “elevar” visualmente el techo podemos pintarlo de un color bastante más claro que las paredes, siempre y cuando no sean blancas, en cuyo caso cualquier color, por muy pálido que sea, hará que el techo parezca más cercano. Por el contrario, si lo que deseamos es “acercarlo” deberá ser más oscuro que las paredes. Puede ser una buena opción, por ejemplo, pintar el techo del dormitorio en un azul muy pálido; te ayudará a relajarte y conciliar el sueño cuando te tumbes en la cama.

Mobiliario: Independientemente del estilo del mobiliario, es importante saber combinar el color de las paredes con los muebles. Si no estás seguro/a de qué color elegir, puede servir de ayuda fijarte con qué colores lo combinan en la tienda de muebles o incluso comprarte una revista de decoración y elegir la combinación que más te agrade. Si tienes un mueble que deseas destacar sobre el resto de la decoración, es tan sencillo como pintar esa pared de otro color o un tono más oscuro que el resto, de manera que al entrar en la estancia esa zona capte visualmente la atención.

Estilo:Los colores oscuros y básicos se aconsejan para las decoraciones más atrevidas, lujosas o de diseño, mientras que los tonos pastel se reservan para ambientes más envolventes, modernos, acogedores y clásicos. Sin embargo si dispones de una habitación muy espaciosa y luminosa puedes atreverte con un color oscuro sea cual sea tu estilo, puesto que la sensación será de mayor recogimiento.


Categoría: Pintura   


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